miércoles, 22 de febrero de 2012

Shin Jin Datsu Raku (abandonar cuerpo y espíritu)

Shin Jin Datsu Raku! ... Shin Jin Datsu Raku! Y una y otra vez, las mismas instrucciones:

  1. No moverse
  2. Controlar la respiración
  3. Abandonar el cuerpo y el espíritu
Bueno, no moverse es difícil pero se puede. Controlar la respiración es difícil, pero se puede. ¿Abandonar cuerpo y espíritu? Mi espíritu no trajo manual de instrucciones, esto se me complica un poco más.

Después de horas y más horas de 1 & 2, 1 &2, 1 &2, 1&2 .... sucede... 1,2 ... 3 !!! 

Mi conciencia se ve trasladada a un punto/esfera vacía. 

Estoy (sin estar) en el centro del universo. Alrededor, lejos, billones de estrellas están congeladas sobre la negrura del espacio vacío.

Dentro de la esfera... no hay nada!

No hay espacio, se trata de un punto.

Tampoco hay tiempo, una sensación muy rara.

Simplemente una esfera vacía en el centro de Todo. 

Pero se trata de una esfera maravillosa: todo existe allí en potencia! Veo sólidos platónicos aparecer, transformarse unos en otros y desaparecer como si nunca hubieran estado allí. Veo también las caras de mis compañeros cambiando a la velocidad de la luz sobre el rostro de un único ser humano sentado en postura de loto. Todo lo creado, todo lo posible, está allí en potencia. Y sin embargo, no existe realmente. 

Me percato también de que esta esfera es única en el universo y que a su vez, está en el centro de todas las cosas. 

Un movimiento respiratorio expulsa a estas cosas en estado "potencial" hacia el universo visible, manifiesto. Casi instantáneamente, la inspiración sucede a la espiración y el universo regresa tranquilo a la nada. Toda la historia del mundo transcurre ante mis ojos en un instante, sólo para volver a empezar una y otra vez... eternamente. 

Regreso a mi cuerpo, feliz. Estoy sentado sobre mi safu y mis rodillas se quejan. Suena la campana.

Días después, en el Mondo (preguntas y respuestas al maestro Zen), pregunto si esto que viví es real o simple imaginación. 

Kosen sonríe y dice "Sí, Sí, Sí. Pero no te apegues". 


Gassho!