miércoles, 22 de diciembre de 2010

Precognición (o el futuro según Fourier)

¿Recuerdan la película Minority Report? Un grupo de niños dotados era empleado para predecir delitos futuros y así poder arrestar a los delincuentes antes de que los cometieran...

¿Qué pasaría si esa habilidad fuera innata en todos nosotros? Bueno, lo primero que sucedería es que se fundirían los casinos y desaparecerían los juegos de azar. Todos sabríamos cómo va a estar el clima en nuestra fiesta de cumpleaños dentro de 25 años, qué trabajo elegir, cuantos hijos vamos a tener (y de qué equipo van a ser hinchas), etc, etc.

Lo peor de esta habilidad sería saber cómo, cuando y donde nos vamos a morir, ya que, vamos, a la mayoría no le gustaría saberlo.

Pero sin irnos a este extremo, ¿qué tal si en un estado alterado de consciencia fuéramos capaces de predecir algún evento significativo futuro? Si este evento después sucediera tal cuál lo vimos, nos llevaría a pensar en que estaba predeterminado y que no había nada para hacer para cambiarlo. Tomemos un caso sencillo: predecimos que nos va a caer una maceta en la cabeza caminando por la calle Corrientes. ¿Qué hacer al respecto? Como primera medida, evitar ir a ver la obra Ricardo Fort. Si nos gusta muchísimo el moscato, la pizza y el fainá, podemos conseguirla también en otros barrios porteños. Si la persona en cuestión evitara caminar por la calle Corrientes, evitaría el suceso nefasto.

Pareciera que el hecho de poder conocer el futuro implica que este no existe de manera definitiva (porque el simple hecho de conocerlo puede modificarlo!). Lo que estaríamos viendo sería un evento probable pero no al 100%.

¿Qué haría yo si tuviera la habilidad de ver un evento futuro? Primero, tratar de sacarme de encima los juicios acerca de si se trata de algo positivo o negativo. ¿Quién sabe qué otro futuro alternativo estaríamos creando al modificarlo? Si llego a la conclusión de que un macetazo en mi cabeza no tiene ninguna consecuencia benéfica, simplemente caminaría por la vereda de enfrente. Pero, ¿qué tal si la maceta no me mata y simplemente me deja inconsciente? ¿Qué tal si al evitar el macetazo y cruzar la calle me pisa un camión de basura?

En mi caso, preferiría mil veces intuir lo que está sucediendo a mi alrededor, para no tener que pre-ocuparme por esos asuntos. Claro que eso requiere tener la atención puesta en el presente, y no en el futuro.

¿Y si esta habilidad nos permitiera ayudar a otros? ¿Cómo la usaríamos? ¿Cómo evaluar si es correcto intervenir o no? Lo más probable es que la respuesta correcta no se pueda hallar pensando, sino simplemente escuchando al corazón.

Pero me olvidaba de Fourier! En la facu me impresionó aprender como don Fourier se las ingenió para describir sucesos temporales sin recurrir al tiempo, haciendo uso de una descripción en base a frecuencias y fases. La precisa superposición de ondas "suaves" puede dar como resultado un evento "abrupto" (o macetazo). Lo curioso es que tales ondas provienen por igual de nuestro pasado como de nuestro futuro, implicando que la combinación adecuada de causalidades pasadas (hice esto entonces después pasa tal cosa) y futuras (esto sucedió para que suceda tal cosa) da como resultado nuestra querida sincronicidad, que sólo tiene sentido en el momento presente. Resumiendo, si nos gusta pensar que la realidad se va armando sólo de acuerdo a una cadena de causas y efectos, estaríamos viendo la mitad de la película. A mi me falta comprender profundamente que el futuro también viene a buscarme por igual.

Au revoir!