sábado, 13 de octubre de 2012

Génesis (o como arreglárselas sin Peter Gabriel)

Los primeros 5 versículos de la torah dicen:

1. En el comienzo creó Elohim los cielos y la tierra. 
2. Empero, la tierra estaba informe y desordenada, las tinieblas sobre la faz del abismo y el viento de Elohim soplaba por sobre las aguas. 
3. Dijo Elohim: Haya luz; y hubo luz. 
4. Vió Elohim que la luz era buena y estableció distinción entre la luz y entre las tinieblas.
5. Llamó Elohim a la luz: día y a las tinieblas llamó: noche. Acaeció la tarde y le sucedió la mañana: Día uno.

Si aquí no está implicita la teoría de la relatividad, le pasa raspando! 

Lo que entiendo de estos versos es que primero tuvo que existir la luz. Al establecer un frontera entre la luz y la no luz (oscuridad), se estableció una discontinuidad muy molesta, ya que a la luz le gusta abarcarlo todo. Si se plantean las ecuaciones de Maxwell en el vacío (oscuridad), se puede demostrar que propagarse es la única alternativa válida para la luz. También es muy interesante que la velocidad de la luz no depende de los observadores, sino de la permeabilidad y permitividad del vacío (u0 y e0).  

En la teoría de la relatividad de Einstein, el tiempo no es absoluto sino que depende de la velocidad del observador, respecto a la velocidad de la luz que es constante (c). Es interesante que la torah diga que a partir de la luz (día) y oscuridad (noche) acaeció la tarde y le sucedió la mañana (día uno), entendiendo yo que este es el origen del tiempo (la diferencia entre luz y oscuridad). 

Como esto sucede todo el tiempo (o mejor dicho, en todo instante), no tiene sentido hablar de "En el comienzo" como el instante primero, indivisible, al cual no le ha precedido tiempo alguno, ya que esto es imposible, sino que Bereshit (en el comienzo), es eterno, es decir, sin tiempo o en todo momento. 

La creación ocurre ahora, no en el comienzo de los tiempos. Sería interesante reescribir la torah (alejen sus fósforos por favor!) en tiempo presente:


1. En este momento crea Elohim los cielos y la tierra. 
2. Empero, la tierra esta informe y desordenada, las tinieblas sobre la faz del abismo y el viento de Elohim sopla por sobre las aguas. 
3. Dice Elohim: Haya luz; y hay luz. 
4. Ve Elohim que la luz es buena y establece distinción entre la luz y entre las tinieblas.
5. Llama Elohim a la luz: día y a las tinieblas las llama: noche. Acaece la tarde y le sucede la mañana: Día uno.


O sea, que sea el día que se trate, nos podríamos decir: ¡Feliz día uno!




martes, 18 de septiembre de 2012

A través de los ojos de la serpiente

Comienzo nada original para otro post:

De cara al muro, sentado en Zazen nuevamente. Un kusen (enseñanza oral) me atraviesa, dejando como resultado la certeza de que puedo confiar en partes de mi propio ser a las que pocas veces escucho atentamente. Una voz (interior) me dice "concentrate en un punto en las lumbares, justo detrás de tan tien inferior". Otra voz (o tal vez la misma) repite "Ohhmmmm".

¡Momento! ¡Esto no es Zazen!, dice mi costado más fundamentalista. Al carajo, al fin de cuentas, no tengo que rendirle cuentas a nadie por mi práctica...

Lo hago, sin esperar nada...

Ohhhmmmmm.....
Ohhhmmmmm.....
Ohhhmmmmm.....

¡Pum! Una energía tremenda se despierta en la base de mi columna, ascendiendo rápidamente hasta mi coronilla. Veo claramente la imagen de una serpiente de dos cabezas (o eran dos serpientes??)  trepando hasta mi cabeza por mi espalda. Cuando llega arriba, se abre una fuente de energía impresionante acompañada de una sensación de felicidad incomparable. Mis ojos ya no son mis ojos, estoy mirando a través de los ojos de la serpiente. Todo se ve nuevo, inmaculado. Es como volver a nacer.

Suena la campana. Terminó el zazen. Sigo sonriendo sin motivo. Soy Feliz.



miércoles, 22 de febrero de 2012

Shin Jin Datsu Raku (abandonar cuerpo y espíritu)

Shin Jin Datsu Raku! ... Shin Jin Datsu Raku! Y una y otra vez, las mismas instrucciones:

  1. No moverse
  2. Controlar la respiración
  3. Abandonar el cuerpo y el espíritu
Bueno, no moverse es difícil pero se puede. Controlar la respiración es difícil, pero se puede. ¿Abandonar cuerpo y espíritu? Mi espíritu no trajo manual de instrucciones, esto se me complica un poco más.

Después de horas y más horas de 1 & 2, 1 &2, 1 &2, 1&2 .... sucede... 1,2 ... 3 !!! 

Mi conciencia se ve trasladada a un punto/esfera vacía. 

Estoy (sin estar) en el centro del universo. Alrededor, lejos, billones de estrellas están congeladas sobre la negrura del espacio vacío.

Dentro de la esfera... no hay nada!

No hay espacio, se trata de un punto.

Tampoco hay tiempo, una sensación muy rara.

Simplemente una esfera vacía en el centro de Todo. 

Pero se trata de una esfera maravillosa: todo existe allí en potencia! Veo sólidos platónicos aparecer, transformarse unos en otros y desaparecer como si nunca hubieran estado allí. Veo también las caras de mis compañeros cambiando a la velocidad de la luz sobre el rostro de un único ser humano sentado en postura de loto. Todo lo creado, todo lo posible, está allí en potencia. Y sin embargo, no existe realmente. 

Me percato también de que esta esfera es única en el universo y que a su vez, está en el centro de todas las cosas. 

Un movimiento respiratorio expulsa a estas cosas en estado "potencial" hacia el universo visible, manifiesto. Casi instantáneamente, la inspiración sucede a la espiración y el universo regresa tranquilo a la nada. Toda la historia del mundo transcurre ante mis ojos en un instante, sólo para volver a empezar una y otra vez... eternamente. 

Regreso a mi cuerpo, feliz. Estoy sentado sobre mi safu y mis rodillas se quejan. Suena la campana.

Días después, en el Mondo (preguntas y respuestas al maestro Zen), pregunto si esto que viví es real o simple imaginación. 

Kosen sonríe y dice "Sí, Sí, Sí. Pero no te apegues". 


Gassho!








martes, 29 de noviembre de 2011

¡Me importa un huevo!

Domingo caluroso en Rosario. Alrededor de 50 personas meditando (y sudando) en un mismo lugar durante día y medio.


Un amigo trae un nuevo "chiche": un Psyleron (http://www.psyleron.com/). Me cuenta que se trata de un generador de número aleatorios que se enchufa a la PC vía USB y que permite medir la interacción de la mente con la materia, entre otras cosas. Ajá, que interesante. ¿Trae Twitter? 


Después de muchos intentos de encender su notebook para probarlo (él lo atribuía a la "personalidad" de la pc, yo a su origen nacional), pudimos hacerlo andar.


Estos aparatitos conocidos como eggs (huevos) han sido usados por varios años en la universidad de Princeton , y en el proyecto Noosphere ( http://noosphere.princeton.edu/) . Una traducción literal de lo que dice en la página del proyecto:


"Cuando la consciencia humana se vuelve coherente y sincronizada, el comportamiento de los sistemas aleatorios puede cambiar. Los generadores cuánticos de números aleatorios producen secuencias de unos y ceros completamente impredecibles. Pero cuando un evento sincroniza los sentimientos de millones de personas, la red de generadores de números aleatorios muestra una estructura sutil. La probabilidad es menor a uno en un billón de que el efecto sea casualidad." 


En criollo, lo que sucede es que la intención de un sólo individuo puede alterar significativamente la secuencia de números distribuidos al azar. Si uno tira una moneda perfectamente simétrica un millón de veces, uno esperaría que salieran 500000 caras y 500000 cruces, pero en la realidad puede dar distinto debido a que se trata de un proceso aleatorio con una media (500000, o 50%-50%) y una fluctuación relativa que disminuye con la cantidad de pruebas (las veces que tiramos la moneda). La tarea del huevo es "tirar la moneda" por nosotros, repetidas veces, y analizar qué tan probable es que el apartamiento del 50-50% sea por casualidad. 


Ok, lo que este huevo permite medir, entre otras cosas, es la intención de una persona para alterar el resultado en forma voluntaria. Me sorprendió mucho que al concentrarnos (y no demasiado), pudimos alterar el resultado de manera significativa; es decir, con muy baja probabilidad de que los resultados fueran debidos al azar. Me resultaba más fácil aún cuando la intención parecía salir desde el corazón (difícil de explicar con palabras). 


¡Una cosa es leer estas cosas en Internet y otra es probarlo en vivo y en directo!


Y qué pasaba durante Zazen? ¿50 personas meditando pueden cambiar el resultado de manera significativa, aún sin ninguna intención puesta en ello? And the answer is, Yes! Hacia el final hubo un apartamiento importante, similar al que ocurrió después cuando nos sacamos unas fotos grupales, contentos por el final del encuentro. 


O sea, lo que pensamos y sentimos, importa. Tal vez mucho más de lo que estamos dispuestos a admitir. Tal vez sea por eso el deliberado esfuerzo de mantenernos distraídos con boludeces, que debieran importarnos un huevo. Si en cambio construyeramos nuestro futuro de manera más consciente, amorosa y armoniosa, ¿quién sabe cuál es el límite?

























sábado, 2 de julio de 2011

Un (posible) modelo geométrico de la consciencia

En este post, el cual reconozco como ambicioso, voy a intentar unir una experiencia personal con las recientes teorías del físico Nassim Haramein (http://www.theresonanceproject.org/).

Recuerdos de Shobogenji
Comienzo con mi experiencia: hace ya tres años, meditando de cara a una pared en un dojo zen, me sucedió lo siguiente: mi punto de consciencia habitual, ese punto de referencia al cual generalmente llamo "yo", se fue un poco más "hacia atrás": la mejor analogía que encuentro es aquella en la que mis ojos son una ventana de mi consciencia y que ésta se fue hacia adentro de una casa muy amplia, tal vez sin fondo. Pero lo más sensacional fue ver que las personas sentadas a mi lado eran otras "ventanas" de esa misma casa: creo haber tenido un (leve) acceso a sus "puntos de conciencia". En criollo: podía cambiar a piaccere por qué ventana mirar: mi conciencia no estaba fija a mi identidad habitual, sino que podia chusmear por otros ojos. 

Mandelbrot y los fractales
Los objetos fractales fueron reintroducidos en nuestra historia reciente por Benoit Mandelbrot. Nuestra historia antigua los conocía desde hace tiempo, basta ver los mandalas tibetanos o los diseños geométricos Sufis. Básicamente, un fractal es un objeto geométrico que tiene la propiedad de ser autosimilar (en realidad, autoafín) en cualquier escala que se lo mire: la porción es parecida al todo, o conserva sus propiedades. 



El Black / White Whole de Nassim Haramein
Un ultra-resumen del modelo de Haramein es el siguiente: todo el universo, desde las galaxias hasta el núcleo atómico, está organizado según una geometría de máxima estabilidad en su núcleo basada en tetraedros y octaedros cúbicos, y que tiene la siguiente particularidad: en su centro se aloja un "Black Whole" (ojo que no es Black Hole, Hoyo Negro. Se trata de un juego de palabras que hace referencia a un punto Todo Negro, donde Todo es un sustantivo). Este punto tiene la particularidad de ser a la vez algo así como un Hoyo Negro y un Sol a la vez. En otras palabras: un parte atrae, recibe (yin) y la otra expulsa, emite, proyecta (yang). Según Haramein, la parte "negra" sería la responsable de la gravedad, mientras que la parte "blanca" sería la responsable de las fuerzas electromagnéticas.

Aquí podemos ver una progresión hacia el centro del Black/White Whole:

Una supernova vista desde lejos:

un poco más cerca...

aún más cerca:

y en el centro se encuentra el Black Whole: 


Según este modelo, el Black Whole irradia materia / energía electromagnética hacia la parte exterior, formando una estructura toroidal que se cierra sobre sí misma gracias a la fuerza de la gravedad. Traducido a términos espirituales, me tienta usar una analogía de que "todo lo que proyectes al mundo te vuelve nuevamente", o como dijo Sir Paul McCartney: "and in the End, the Love you take is equal to the Love you make". Psicológicamente / evolutivamente, podría pensar que mis proyecciones psicológicas sobre la pantalla de la realidad tarde o temprano tendrán que ser reasimiladas por mi núcleo psíquico (si es que existe tal cosa) para dar lugar a un nuevo ciclo de experiencia. En criollo: proyecto / creo mis experiencias sobre el telón de fondo del universo y después estas cosas que creo me vuelven o son reflejadas para que las pueda identificar como propias, incorporarlas en mi consciencia y así evolucionar.

Los límites del Yo
Bueno, como mencioné al principio del artículo, al poder "mirar" a través de otros ojos me llevó a pensar que en un nivel profundo estamos todos conectados y no hay barreras concretas entre mi "adentro" y mi "afuera". Pero por otro lado, la mayor parte del tiempo soy consciente de mi individualidad. ¿Cómo conciliar ambos puntos de vista? Nuevamente, creo que el modelo de Haramein tiene algunas respuestas. La foto siguiente muestra un Crop Circle que apareció junto a un radiotelescopio:


Se puede apreciar un centro principal (la singularidad del modelo de Haramein), junto con un círculo menor próximo a él (una componente ying, receptiva, "implosiva" o gravitatoria) y un círculo mayor en la periferia (la componente yang, expansiva, electromagnética, proyectiva). A su vez, del círculo mayor se desprenden otros dos círculos menores, y de estos, otros aún más chicos. Así se podría continuar hasta generar divisiones infinitamente pequeñas. Pero cada parte funciona de manera similar a la totalidad. Al generar círculos cada vez más pequeños en la periferia, nos encontramos con la ilusión de ver un borde continuo. Otro punto importante es la polaridad: en cada círculo coexisten partes expansivas y en contracción (mitades llenas y mitades vacías en la foto), mientras que las partes expansivas de un círculo pueden al mismo tiempo estar en contracción al considerarlas como parte del círculo inmediatamente mayor. ¡Esto genera una estructura tremendamente dinámica! 

El Dojo Fractal
Durante el pasado Enero, nuevamente en el dojo, y con la presencia del maestro en el mismo, pude "ver" como se generaba una organización de tipo fractal entre las energías de los cerca de 110 practicantes que allí se encontraban. Los más antiguos funcionaban como transformadores de intensidad para los más novatos, tomando parte del flujo de energía principal y bajando un poco su frecuencia para sea adecuada para los demás. De esta manera, si bien todos estábamos conectados, no lo estábamos al mismo nivel: lo más parecido que se me ocurre es un gran río caudaloso que se bifurca en brazos más tranquilos, donde cada uno navega según sus capacidades. De esta manera, cada uno es un verdadero maestro, pero a su nivel. Si nos buscamos un maestro que esté muy lejos de nuestro nivel evolutivo, no entenderemos ni pepa... 


¿Leerá Kosen los mismos libros que yo? 
De la misma manera que sucedió con lo que conté sobre Schroedinger, este año Kosen nos contó (después que yo leyera la teoría de Haramein y sin que le dijera nada al respecto), que en nuestro Hara (o Tan Tien, o 2do Chakra) se aloja un "hoyo negro". ¿Casualidad?

De la teoría a la práctica
Nuevamente sentado en el dojo zen, un par de días después de haber escuchado lo del hoyo negro, sentí de repente que mi cuerpo, desde las piernas hasta el cuello, desaparecía o se hacía inmaterial y en su lugar sentí un enorme caudal de energía que entraba en la zona del Hara (pero no mein). Comprendí que en verdad hay allí un "hoyo negro" y que parte de la energía que atrae es gravitatoria, pero sólo parte. Mi cuerpo se hizo muy pesado, tan pesado que casi no podía soportar el peso en mis rodillas, que quedaron doliendo por un par de horas. Comprendí que la gravedad existe en distintos niveles de densidad: el más básico es el que comúnmente conocemos como gravedad y tiene que ver con la atracción material que ejerce un cuerpo sobre otro por el sólo hecho de existir (la gravitación universal de Newton). Pero existen capas más sutiles de gravedad: a nivel de la consciencia, también tenemos una fuerza de gravedad que atrae nuevamente a nosotros lo que alguna vez arrojamos al universo, creando un lazo de realimentación (feedback loop) que nos permite evolucionar o sufrir a discreción según elijamos. De allí el famoso "todo vuelve" o karma (que conociendo esto es posible de frenar!). 

El zazen de las células
Según Haramein, nuestras células cumplen la condición de Schwarzschild, donde cada célula es un black whole. La membrana celular vibran a una frecuencia del orden de los 10E11 Hz. Normalmente no pasa nada extraordinario porque vibran en forma desincronizada, pero en meditación, si todas se ponen al unísono, la energía disponible es enorme. Las neuronas podrían ser las encargadas de modular y sincronizar las vibraciones. Cada uno de los tres cerebros (el cerebro de la cabeza, el "cerebro" del corazón, y el "cerebro" del Hara / Tan Tien / Abdomen) regula un tono o registro específico de un "hoyo negro" virtual que se puede armar o desarmar como una antena multielemento (o una caja acústica 4x12). La sensación de vacío que experimenté tal vez se deba a que realmente la mayor parte de mi cuerpo está vacía! (vista desde la perspectiva de los átomos). 

Resumiendo
La verdad es que desconozco si conocer estas cosas tenga algún valor real para nuestro desarrollo, pero como mínimo, me hacen ver que la realidad va mucho más allá de lo que puedo percibir con mi conciencia "diurna", que es mucho más "nocturna" (zzzz) de lo que quisiera que fuera. 



Within you, Without you

Noche fría en Buenos Aires. Un partido que no cumplió las expectativas de los televidentes argentinos de fondo de una conversación tantas veces repetidas: ¿Qué pasaría si todos nos diéramos cuenta al mismo tiempo de que lo que estamos haciendo (a nivel colectivo) no tiene sentido y no va a ninguna parte (buena)? ¿Y si sólo hiciera falta un puñado de personas lo suficientemente despiertas para transformar el mundo, una masa crítica?

Tomando mi responsabilidad personal en el asunto, me doy cuenta de que rara vez estoy conectado con mi parte más sabia, coherente y amorosa; en general voy dormido por la vida sin aprovechar todos los recursos con los que cuento y con los que podría ayudar a los demás. ¿A qué se deberá esta imposibilidad de andar lúcido todo el tiempo? De a ratos conozco la respuesta, sólo para olvidarla poco después al involucrarme con los problemas diarios y volver a recordarla de la mano de algún amigo o compañero de ruta puesto frente a mi para recordármelo una vez más: que sólo basta con mirar con fuerza hacia dentro para conocer todo lo que hay afuera.

sábado, 5 de febrero de 2011

Arriba quemando el sol (y por qué no algún Objeto Volador No Identificado)

Viernes 4 de Febrero de 2011 por la noche, liebre de metal recién estrenada. Fuimos a escuchar a Pedro Aznar al Anfiteatro de Costanera Sur (Buenos Aires). Sentados en el pasto no podíamos ver directamente a Pedro en el escenario, sino que nos contentábamos con observar de vez en cuando la pantalla gigante colocada detrás de él. 

Cuando comenzaba a cantar un homenaje a la Negra Sosa, me llamaron la atención dos luces que pasaron a pocos metros de los rascacielos que hacían de fondo urbano para el escenario. Al principio pensé en helicópteros o aviones, pero las maniobras que realizaron durante casi media hora eran imposibles para cualquier aeronave conocida por mi: se suspendían en el aire, aceleraban de un lado a otro y realizaban cambios de dirección casi instantáneos. Cualquier piloto humano hubiera quedado aplastado ante semejantes cambios de dirección!

Un espectador experto en hierbas se dió vuelta para preguntarnos si estábamos viendo lo mismo que él: le confirmamos que no se trataba de un efecto secundario de la dimetiltriptamina; las luces estaban allí. De a poco muchas otras personas se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Las reacciones fueron similares: asombro pero con paz. Nadie pensó en una invasión extraterrestre de reptilianos devoradores de ratones que venían a llevarse el agua del Río de la Plata. 

El espectáculo (aéreo) siguió hasta que en el escenario sonó A Primera Vista. 

Pedro 1, Hollywood 0. 

Hasta la próxima!